dissabte, 25 d’abril del 2020

8. Mrs. Bird

Me alegra mucho compartir que llevo un par de semanas emocionalmente estable y con algún que otro ataque de ansiedad muy leve. Algo así como que empiezo a estar limpia. Que ya no necesito consumir. Que puedo controlar mis altibajos. Pero lo mejor de todo es que puedo permitírmelos también.
Llevo media vida castigándome por todo. Por el fracaso de mis relaciones. Por mi fragilidad. Por descansar. Por estar triste. Por no aceptarme. Por no ser suficiente. Por no agradar.
Descubrirme conociéndome otra vez en un momento como este, en el que podría estar peor que nunca, me está haciendo abrir las ojos de una forma totalmente diferente. De hecho siento que estoy empezando una nueva vida en la que quiero quedarme.
Me estoy enamorando de las canciones de Fuel Fandango. Yo conozco muy poco de la música que se hace aquí porque no consigo conectar con ella. Pero esta banda sonora es lo que me pasa ahora por la cabeza. Ganas de lanzarme al vacío en todos los sentidos.
Siempre rechazé la idea de mirarme en las fotos de los viajes. Era yo. Sin filtros ni poses forzadas. Simplemente yo cogida al vuelo. Sin pensarlo mucho. Sin planificar.
Llevo media vida planificando como quiero que me vean. Como espero que me miren. Obsesionada por darles a todos lo que querían.
Pedro Alonso me ayudó a recordar quién soy a través de sus pinturas. Creo que es de otro planeta. Siempre que habla dice algo. Y eso es muy difícil de ver. Para él lo invisible es todavía más importante que lo que vemos a primera vista. Estoy aprendiendo mucho de este actor al que le fascina trabajar entre guiones y tinta china a dos manos.
Joder hoy estaba bailando en el comedor de una forma muy salvaje. Entre contemporáneo y jazz. Y me sorprendí escuchando mi cuerpo y observando desde fuera. Pensé que debería grabarlo. Enseguida pensé que no. No hubiera sabido repetirlo.
Ya no necesito demostrar nada. Enseñar mis habilidades. Impresionar. Me he aburrido. Prefiero empezar a enamorarme de quién soy en todas mis formas posibles.
No me creo lo que escribo.
No sabéis cuanto he tardado en caerme bien.





diumenge, 12 d’abril del 2020

7. Fink (02:12)

Fue por los ojos.
Nadie me había mirado
de forma tan oscura
y tranquilizadora.
Fue por la voz.
Nunca me había
quedado dormida
escuchando en silencio.
Fue por la tragedia.
Nunca me quise tan mal.
Nunca me quise tan poco.
Nunca lo quise así.

Fue para que me vieras.
Nunca me vieron antes.
Fue para que te vieran.
Nunca te viste antes.
Fue para corregirte.
Nunca debí cambiarte.
Yo era Jazz.
Nunca le fallé al Arte.

Me faltaron tantas cosas
por contarte.
Qué habrá sido de aquel tío
en el suelo.
De aquella tarde.
De aquel museo.
De aquel viaje.
De aquella cama.
De aquello que me prestaste
De aquel ¿y ahora?

Le jodió todas las canciones.
El café ahora es amargo.
Se tiñeron de mentiras.
Todos los posibles finales.

Le faltan recuerdos.
Le sobran puñales.
Le escribe indirectas.
Olvida su nombre.

Y necesita mirar por la ventana
y fijarse en el cielo
y contar las gotas que vendrán.
Las que se fueron ya fueron
y siempre habrá Sol para un nuevo final.


diumenge, 5 d’abril del 2020

6. Creciendo Entre Rejas

3:47 y mi cabeza se resiste. Mencionaré dos citas:
Nacemos solos y vivimos solos. Lo demás es una ilusión.
El amor se basa en estar solos pero juntos.

La primera es de una película que siempre me trastoca un poco. La segunda de una obra de teatro que debería ver más de una vez.

3:52 y mi cabeza pide guerra. Soy de mirar hacia adentro para que me salgan mejor las cuentas. ¿Me sentí sola al nacer? Probablemente. ¿Al vivir? Todavía la estoy respondiendo. ¿Con el otro? Siempre. ¿En una relación? Peor. ¿Y ahora?

Ahora 3:57 y mi cabeza pide tregua. O se la pido yo, por lista. Entonces, si todo es una ilusión en la que vagamos de forma solitaria, ¿por qué perdemos el tiempo en formalismos, cumplimientos, obligaciones, relaciones tóxicas y sacrificios? Nos pasamos la vida luchando cuando sabemos desde el principio que vamos a perder, en el caso de no perdernos antes. Inéptos. Ni eso sabemos hacer. Vivir, que de matarnos ya se encarga el resto.

4:09 y mi cabeza se rinde. O me rindo para que se calle. Pues eso. Cada uno con su soledad, pero juntos. O eso dicen en la tele.








0. ¿Nos Veis?

Recuerdo estar caminando por Malasia, de noche y con tanta infinidad de contrariedades en mi cabeza que me costaba respirar. Ya vuelve, pe...