diumenge, 29 de març del 2020

5. People, I've been sad

- ¿Alguna vez le has tenido miedo a la muerte?
- ¿Tengo elección?
- Creo que no.
- Entonces solo le tengo miedo a tres cosas:
                           
                                Querer mal
                             Quererme mal
                       y Que me Quieran mal

- Creo que si te quieres bien puedes querer bien a los demás y no aceptar menos del resto.
- No hay nada más difícil que el amor propio.
- Ni más satisfactorio.
- No me da miedo.
- El qué.
- Morirme.
- Tampoco sentirás nada.
- Ahora siento menos.
- Menos es imposible.
- Es por lo del amor.
- ¿El tuyo?
- El de todos.
- ¿Y vivir?
- El qué.
- Si te da miedo.
- ¡Ah eso! Igual cuando esté vivo lo sabré.
- Pues habrá que ponerse...
- No hay prisa.
- Por vivir. Pero por querer sí.
- ¿Vivir?
- Y a todos.
- Buenas noches.
- Buenas noches.


dimarts, 24 de març del 2020

4. Vuela

Esta noche he estado haciendo música. Es algo que me purifica y me hace sentir muy viva. Y entonces, por un momento, hice un repaso mental de todo lo que he hecho estas semanas como para quedarme tranquila (estudiar, componer, conciertos desde casa, dibujar, bailar, leer, escribir, meditar...) y he pensado que incluso sintiéndome bloqueada durante todo este tiempo, no estaba nada mal. Y al repetirme esto, lo he visto todo más claro y he comprendido los altibajos, la ansiedad y la sensación de estar atrapada en un espacio-tiempo abstracto y etéreo del cual no podía escapar.

Pues bien, esta noche me he dado cuenta de que una vez más la presión social y la autoexigencia nos empujan a ser productivos, competitivos y constantemente receptivos. De repente me vi desbordada ante la palabra TIEMPO. ¿Os lo podéis imaginar? Yo, que me paso la vida diciendo que me faltan horas para hacer todo lo que me gustaría, que no llego a todo, que necesitaría tres vidas más para poder abarcar todas mis aspiraciones. En fin, caí en la trampa. El mundo, de repente, se paró para volver a ponerse en marcha de otra forma. De manera emmascarada, supongo, pero con el mismo objetivo. En un abrir y cerrar de ojos me vi desbordada por una realidad obtusa, confusa, teñida de humor y tragedia, ahogada en millones de notícias monotema, sobreestimulada. Pero lo que realmente me paralizó fue la responsabilidad de gestionar este valioso tiempo. "Ahora es el momento de hacer todo lo que pueda. Aprender cosas nuevas, hacer mucho deporte, terminar con el trabajo atrasado..." Y todo esto sin dar espacio a ninguna otra emoción más que la idea de ser PRODUCTIVA para que las horas pasen más rápido y pronto volvamos a la normalidad para volver a ser...¿PRODUCTIVOS?

En el post anterior reflexioné sobre esta gran oportunidad que nos regala de forma extraña la vida, en un momento en el que el planeta, literalmente, se ahoga. Creo mucho en las señales pero supongo que, tal y como escribí, solo ven los que quieren ver. No me estoy contradiciendo, estamos ante una gran lección en la que también se ha demostrado que sin Arte solo habría miseria. Pero me gustaría ir un poco más allá y pensar que aun pisando suelo conocido, seguimos siendo marionetas. Os invito a escucharos más que nunca, a decidir sobre el sentido de vuestro propio tiempo y a darle un nuevo signficado a este, incluso cuando todo esto haya terminado.





dilluns, 16 de març del 2020

3. Despierta Cuando Termine


Contrajimos el virus más letal

de la existencia

La tentación de mirarnos

La palabra Tiempo hecha a medida

El abrazo más largo de la historia

Las preguntas por resolver

Las excusas disueltas en primeras veces

Me gustas más

desde que confinaste mis límites

No puedo vivir en cien metros cuadrados

si la ventana implora un respiro

Tengo esta gran lección

metida en la cabeza

El arte nos hará libres

Para volvernos a encadenar

Cuando ya nadie necesite enjaularse

En esta nueva realidad

Que solo una epidemia pudo

Hacer de nuestra impaciencia

Resiliencia

O egoísmo

Solamente un desquiciado

puede cegarse por completo

Solamente inconformista

se mantiene uno con la esperanza

de que todo esto sirva para...

Ilusa

Majara

Artista

Despierta

Mañana será mañana

aunque el tiempo se mantenga intacto

Las señales solo existen

para aquellos que quieren ver

Yo veo

Sabiduría

Por encima

De nuestras estúpidas

Posibilidades

Nos hemos coronado, esta vez.







divendres, 6 de març del 2020

2. El Síndrome de Sam Fender

Virgina Woolf dejó por escrito que no creía ser capaz de volver a pasar por una de aquellas "épocas terribles", justo antes de dejarse ir por la corriente del río Ouse.

Su carta de despedida me inspiró algo así entorno a mi idea de tristeza incurable:

Cuando me hablas de malos días
yo entiendo exactamente a lo que te refieres.
Cuando no puedes ver más allá
de tu otra identidad boicoteada,
te defiendes con los dientes para poder inhalar
y exhalar en la medida de lo no posible.
Cuando sabes que ha vuelto,
no sabes si volverás a intentarlo.
No sabes si podrás.
No sabes si querrás.
No sabes si valdrá la pena,
esta vez.
Me he visto bailando con todos los colores
para evitar un desastre mayor.
Fuiste tú aquella niña inconsolable.
Eres tú aquella adulta inagotable.
No te juzgo,
pero me irritas.
Me frustras,
me cantas
y luego me olvidas.
Te he enseñado mi mejor cara
entre tus manos.
Solo Frida
puede llegar a comprender.
Solo Frida
el dolor.
Solo Frida
tanto.
El agua se vuelve turbia cuando tú y yo sabemos,
cerebro mío,
que ya nada queda por hacer,
sino permanecer
y luchar
y un poco más,
todavía un poco,
que no son más que 10 segundos de felicidad
que no son más que fantasmas 
pesadillas en forma de ventanas que dejan ver luz
y ¿a qué vienes a rondarme si ya pude ver tu cara?
Tengo dolor de muelas de tanto masticar esta ansiedad 
en forma de tristeza
integrada
en mi ADN.




diumenge, 1 de març del 2020

1. No Me Llores


Venir al mundo es aparentemente fácil. Te conciben y luego te expulsan. Lloras como señal de que todo está bien. Irónico. Y después ya dispones de unos 90 años para tratar de sobrevivir. Pero no todo es tan negro, claro. Vivir significa viajar a lo desconocido y con ello experimentar infinidad de cosas que todavía ni sabemos. O por lo menos yo lo veo así. A veces el viaje se pone turbio y no todo va como esperamos. Pero otras veces desearías quedarte allí para siempre. En momentos concretos o personas concretas que algún día podrían fallarte. Creo que siempre le tuve miedo a eso. Al abandono. Siempre dicen que comía fatal y que dormía todo el santo día. Un poco como ahora excepto por lo de comer. También lloraba por todo. Creo que por eso me resulta tan difícil hacerlo ahora. O por lo menos en público. Pero eso da igual porque de lo que realmente quiero hablar es de la gran responsabilidad que comporta nacer. En el mejor de los casos nacer supone estar a la altura de un sistema que no te dejará SER sino EJERCER. Nacer es trazar un camino ya predeterminado sin que puedas plantearte el por qué. Nacer es ser un buen hijo, un buen amigo, es poder ser madre algún día y ocupar un buen puesto en un trabajo que probablemente no te hará sentir realizado. Y no hablemos de todos aquellos países en los que nacer significa luchar por no morir. Pero nacer también es poder ser el primero en cambiar todo esto, ¿no? Quiero decir, yo no lo hubiera soportado si todavía estuviera siendo quién esperan que sea. Como tampoco hubiera podido estudiar algo que no genere un compromiso real con lo que quiero decir o aportar. Alguien especial me dijo: "Siempre tiene que haber una primera persona que rompa el ciclo". Y tiene mucha razón. La primera vez que sostuve un bebé en brazos supe que no querría ser madre. Ahora estarás pensando que es demasiado pronto para tomar una decisión tan premeditada. Por dios, solo tienes 23. Pues la verdad es que no tengo ninguna fe en que mi instinto maternal aparezca en algún momento. Cuando me otorgaron la responsabilidad de agarrar aquel niño con cierta desconfianza pensé dos cosas bastante alarmantes: hueles raro y pesas mucho. (Dije que era alarmante). Mientras todos ponían caras raras y balbuceaban el idioma inventado por los adultos para referirse a los más pequeños, yo solo quería huir. Creo que fue entonces cuando empecé a darme cuenta de que aquellas situaciones no iban conmigo. De que el código en el que se mueven los adultos no iba absolutamente conmigo. Pero para mi sorpresa, tampoco ocurrió con los de mi edad.


0. ¿Nos Veis?

Recuerdo estar caminando por Malasia, de noche y con tanta infinidad de contrariedades en mi cabeza que me costaba respirar. Ya vuelve, pe...